la condena.
Padecer por siglos una soledad que se expresa profunda.
Sin palabras, como siempre.
Los amantes gozan de los sentidos, sin explicaciones.
Tarde, pero lamento ser hombre,
aunque padre y madre no me abandonen.
Quisiera ser luz, insatisfecho por la mediocre plenitud del ser.
Intento inmaduro, aunque perfecto, sin dudar.
Dios, padre de Dios y del mundo, no me dejes nunca,
aun sin ser necesario.
Amor infinito, ante todo.
Triste soledad. Acecho de hombres felices
incapaces, como siempre.
Carencia total de estimulo
y suspiro ultimo de vida.
Adormecidos los arboles
bajo un sol poco imposible de alcanzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario